Iglesia del Cristal
Tomtom: N 42.163618°, W 7.951559°
Google Earth: Latitud 42° 9’49.02"N, Longitud 7°57’5.61"W
Torre Vilanova dos Infantes
Tomtom: N 42.166181°, W 7.954620°
Google Earth: Latitud 42° 9’58.25"N, Longitud 7°57’16.63"W
Iglesia barroca Vilanova de los Infantes
Tomtom: N 42.165911°, W 7.956789°
Google Earth: Latitud 42° 9’57.28"N, Longitud 7°57’24.44"W
viernes, 4 de septiembre de 2009
Coordenadas GPS Vilanova dos infantes
Vilanova dos Infantes
El nombre de Vilanova dos Infantes, que es la versión más comúnmente aceptada, podría tratarse de la derivación de una leyenda sobre el nacimiento de siete hermanas gemelas o más bien en el hecho puntual de la residencia de la madre y la hermana de San Rosendo, y de aquellas que de sangre real como ellas -la historia incluso habla de las hijas de Alfonso X-, pertenecieron al monasterio dúplice de Santa María de Vilanova, fundado hacia el año 940 por Ilduara para retirarse en su viudez, y al que pronto se uniría su hija Adosinda, hermana a su vez de San Rosendo.
Este monasterio sería posteriormente anexionado a Celanova (es de suponer que como priorato masculino) y las monjas, incluidas las dos infantas reales, trasladadas a Allariz.
El elemento histórico que identifica a Vilanova dos Infantes, junto con su configuración urbana de estructura y probable origen castreño, es el castillo, del que conserva la torre del homenaje. Con una procedencia seguramente común con las demás fortalezas del siglo XII, perteneció durante mucho tiempo, y con él la villa, al monasterio de Celanova. En 1369 Enrique II se lo quitó a don Fernando de Castro para dárselo a Juan Rodríguez de Biedma. Hasta no hace mucho tiempo no se conocía la incidencia que había tenido en su integridad la revuelta Irmandiña, si bien, los últimos estudios arqueológicos sacaron a la luz lo que muy bien podría ser el basamento interior de la antigua torre, que modifica sustancialmente esta suposición.
A mediados del siglo XVI contaba entre las principales fortalezas de Galicia. Por heredad de los Biedma pasó a la casa de Monterrey y entró en pleito con la familia Lemos. Hacia 1645 fue reformado para las luchas fronterizas hispano-portuguesas, que no llegaron a afectarle directamente. Después de la Desamortización de Mendizábal y hasta que en enero de 1927 fue agregado al de Celanova, el Ayuntamiento de Vilanova dos Infantes estuvo instalado en la torre, a lo que se debe en gran parte su conservación actual.
Actualmente el edificio acoge una exposición permanente sobre la historia, la geografía y la economía de la comarca y junto con dos edificios situados en sus inmediaciones constituye la sede de la Fundación Comarcal “Terra de Celanova”.
La villa está constituida urbanísticamente por un caserío típico, en donde abundan los hórreos y las calles que conservan un claro carácter medieval. El elemento principal evidentemente es la torre del homenaje del antiguo castillo, aunque también resulta singular y a la vez enigmática, la existencia de una cueva conocida popularmente con el nombre de “San Vivián” y que recuerda las formas de un más que posible eremitorio posteriormente reutilizado con funciones de bodega.
La iglesia parroquial está formada por un barroco aceptable y conserva en su interior uno de los principales cristos medievales de la provincia. Quizás el de mayor valor artístico, que procede probablemente del antiguo monasterio de Santa María.
Los antiguos zapateros de Vilanova, junto con los de Allariz y Noia, gozaron de gran fama en Galicia, conservando de esta tradición una particular danza de origen medieval, que honra anualmente, el día 15 de septiembre, a la virgen del Cristal.
En la plaza podemos encontrar un ara que sirve de parez para una casa.
Capilla de San Miguel, Celanova
Situada actualmente tras el ábside del templo monacal de Celanova y en lo que en otro tiempo fue denominada la “huerta del noviciado”. Finalizada en el año 942, es la joya del conjunto y uno de los edificios religiosos más singulares de España.
Fue declarada Monumento Nacional en 1923.
Levantada con perfectos sillares de granito de medidas muy diversas y asentados a hueso, mide 8,5 m. de largo por 6 m. de alto, ocupando en planta no más de 22 m2. Tanto desde el exterior como interiormente, se distinguen tres volúmenes o cuerpos identificativos de la denominada arquitectura mozárabe o de repoblación.
El primero de ellos es la nave, desde la que se accede al interior, y que está cubierta con bóveda de cañón. Un cuerpo central de mayor altura que los demás, se superpone en el centro con bóveda interior de aristas de ladrillo, y un voladizo al exterior muy salido y dotado de las características ménsulas de rollos. El tercer cuerpo es el ábside, al que se accede por un arco de herradura con alfiz. En su interior presenta una bóveda gallonada. La serena belleza de San Miguel es ya un buen regalo para quien visite Celanova.
Sus pequeñas dimensiones llevan a hacer dudosa cualquiera teoría que se realice sobre su función original. Ya fuera capilla para la devoción privada del santo, ya edificio funerario, lo cierto es que está dedicada al arcángel San Miguel y fue mandada construir en honor a Froila, hermano de San Rosendo, tal como revela una inscripción de la época grabada sobre el dintel de la puerta y que constituye una plegaria a Cristo, de “Froila, pecador e indigno siervo de Dios”, para que el visitante lo encomiende en sus oraciones.